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#Memexplicado: Two mimir, el meme involuntario que emocionó a los hispanohablantes

En el Internet no todo es polémica, debates y denuncias, en las redes también podemos encontrar cosas buenas como los memes que algunas veces suelen tener inicio de las cosas que uno ni se imagina.  Así sucedió con el meme de «A mimir», el cual ha sido un verdadero fenómeno en las redes sociales hispanohablantes.

La fecha es el 7 de junio. Fue en aquel día cuando una usuaria japonesa dedicada a la animación «kawaii», @mmoriqomm, subió el dibujo de un gato negro acurrucado sobre su cama. Sus miles de seguidores compartieron la imagen de forma inmediata, como por otro lado es habitual. Pero entre tanta difusión sucedió algo maravilloso. Una de sus admiradoras hispanohablantes, @labrujitaverdee, le respondió lo siguiente: «A mimir». A o que el creador, desconocedor de las profundidades informales de la lengua española, respondió: «¿Qué significa a mimir?».

https://twitter.com/Labrujitaverdee/status/1269496024600584192?s=20

Se trataba de una brecha cultural insalvable. Como cualquier persona familiarizada con el castellano sabrá, «mimir» no es más que la infantilización del verbo «dormir», muy habitual entre los niños pequeños y denotativa entre adultos de un registro moñas, dulce y almibarado. Su uso informal (nada similar existe en la RAE) es habitual a uno y otro lado del charco, convirtiéndolo en moneda de cambio global para todos aquellos hablantes deseosos de una pizca de ternura.

Algo demasiado lejano para un ilustrador japonés.

Su seguidora hispanohablante corrió  en su ayuda: «Viene del verbo dormir. Mimir es como una versión infantil de irse a la cama. También es un meme en español». En efecto, una búsqueda rápida en Google devuelve la imagen de un alegre perro arremolinado entre sus sábanas sobre el que se despliega el rótulo «A mimir». No es infrecuente toparse con imágenes o mensajes similares en redes sociales, siempre dentro de los circuitos hipanohablantes. Nada que pueda permear al Internet nipón.

«Entiendo la palabra», respondió @mmoriqomm, «¡gracias por enseñarme! Y esta imagen es A mimir». Hasta aquí, todo en orden. Un intercambio estándar entre dos figuras anónimas de la red. Lo sorprendente llegó una semana después, cuando compartió una nueva ilustración. En esta ocasión, dos simpáticos osos compartiendo lecho, dispuestos a un largo y revitalizador sueño. Un solitario mensaje siguió a la imagen: «Two mimir». El contador de retuits y me gusta comenzó a subir y a día de hoy supera los 20.000 y los 110.000 respectivamente.

En toda su inocencia, @mmoriqomm había entendido «A mimir» en inglés. Es decir, «a» era un determinante indefinido, se traducía por «un». Y «mimir» no era sino un animal fantástico, un personaje más en el infinito universo kawaii que se disponía a dormir. A mimir = Un mimir. Por lo que dos criaturas similares acurrucadas sobre su cama no podían ser sino «Dos Mimir». Semejante transformación del meme causó una sensación inmediata entre toda la comunidad no ya de fanáticos anime, sino de la hispanidad al completo.

Y de ahí al cielo de la viralidad. Su siguiente dibujo, muy similar a los dos anteriores, ya se acompañaba de una presumible mezcla entre el japonés y el español: «Oyasumimir». Un lenguaje propio, moldeando y transformando los contornos de una palabra de por sí maleable, fruto de una simplificación fonética entre los más pequeños. Al día siguiente la fusión entre ambas lenguas era aún más clara, según explicó otro tuitero: «Soñar mimir» en español o «yume miru mimiru» en japonés.

Escrito por Charlie Spider

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