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DC recrea el meme de  Batman abofeteando a Robin de un modo diferente (IMAGEN)

Sólo se puede imaginar lo que pensarían los creadores de World’s Finest #153 (1965) si se les dijera que uno de sus paneles haría historia en Internet. Desde 2008, la imagen de Batman abofeteando a Robin ha sido reimaginada, repasada y reescrita innumerables veces para burlarse de cualquier tema, desde la cultura pop hasta los acontecimientos actuales. Con este fenómeno de Internet que no muestra signos de desaceleración, el último número de Batman le da su propio giro al hacer que Batman reciba una bofetada de nada menos que Alfred Pennyworth, su difunto confidente y mayordomo.

Sufriendo de potentes alucinaciones como resultado de la toxina del Guasón de Punchline, Batman fue rescatado y se le dio un té especial por Harley Quinn que debería ayudar a curar al enfermo Caballero Oscuro. Inconsciente una vez más, Bruce Wayne se encuentra con Alfred, que murió durante el relato de «City of Bane», cuya voz también se ha imaginado en su cabeza ayudándole a hablar de los oscuros e insidiosos planes del Guasón para él y Ciudad Gótica. Declarando que necesitan hablar, Alfred psicoanaliza a Batman, su situación actual y al Guasón mientras prepara su habitual taza de té, aderezando la conversación con su habitual mezcla de ingenio seco y verdad desenfrenada para animar al culpable y deprimido amo Bruce a levantarse y recuperar su ciudad.

Sin embargo, la verdad de Alfred sólo parece deprimir aún más a Bruce, haciéndole comprender que tras la muerte de Alfred le asignó la culpa y alejó a otros miembros de la Bat-Familia y que su promesa de rehacer Ciudad Gótica en memoria de Alfred sólo permitió al Guasón y sus fuerzas tomar el control de él y sus recursos. Pero cuando Bruce se declara un fracaso, Alfred decide que ya es suficiente e intenta un método diferente. Frustrado por la voluntad de Bruce de rendirse, Alfred le da una bofetada a Bruce en la cara, diciéndole: «No, maldita sea, la historia no ha terminado todavía».

Sin miedo a recurrir a la fuerza física cuando es necesario, un Alfred enojado le recuerda que él es Batman y que tiene que dejar ir las pérdidas que no pudo controlar, como sus padres o el propio Alfred, y que al tomar el control de la situación puede salvar las vidas de sus seres queridos y así lograr la verdadera victoria contra el Guasón. Cuando Bruce le dice que tiene miedo de hacerlo solo, Alfred le recuerda que nunca lo tuvo, le anima a reunir a sus aliados, y que ya ha empezado a hacerlo sin él. Mientras desaparece en una luz dorada cinematográfica, Alfred se despide y le recuerda a Ciudad Gótica y a los que se alinean con el Guasón quién es realmente.

Mientras Batman se despierta con Harley y Punchline intercambiando golpes verbales y físicos, su mente está centrada y clara gracias a las drogas pero también a la ayuda de un viejo amigo. Aunque técnicamente se podría argumentar que toda la situación ocurrió en la mente de Bruce, lo que significa que Bruce Wayne simplemente se mentalizó y se volvió a enfocar, Tynion y Jimenez no dejan que esa lógica impida que el héroe vuelva a encontrar su camino. Mientras Batman regresa para derribar a Punchline y localizar a la Bat-Familia, no estamos seguros de qué fue más divertido, que Alfred abofeteara a Batman o la idea de que el Caballero Oscuro se abofeteara mentalmente a sí mismo. Pasando por alto la cantidad de terapia que Bruce Wayne va a necesitar después de la «Guerra de los Guasones», estamos seguros de que a Robin no le importará descansar de las bofetadas ni tener a Batman en el lado receptor por una vez.

Escrito por Charlie Spider

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