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¿Los memes son una forma de hacer política o es pura superficialidad?

En la actualidad, los memes son mucho más que representaciones gráficas que dan risa, ahora transmiten un mensaje y crean distintas opiniones en la comunidad digital. En el caso de la política, juegan un papel muy fundamental para persuadir a las masas, generar matrices opinión y también protestar contra el sistema. 

En un artículo publicado en el Clarin, periódico argentino explican un poco como los memes son considerados como una nueva forma de hacer política o algo superficial en las redes sociales. 

Con información de El Clarin

Los memes y los stickers atraviesan nuestra cotidianeidad. Esos productos culturales, creados por montaje de imágenes y textos, se extienden como un virus por las redes sociales en tiempos de pandemia y mucho antes también. Pero, ¿de qué hablamos cuando nos referimos a los memes de Internet?

Lo primero que nos viene a la mente son algunos de ellos como “El novio distraído” (el que se da vuelta para mirar a otra) “This is fine” (Esto está bien, el perro tomando café entre las llamas), “Grumpy cat” (El gato gruñón), “Travolta confundido”, Leonardo Di Capriososteniendo un pequeña copa y riendo en la película Django -también en El gran Gatsby levantando una copa a modo de brindis-, “Disaster girl” (niña del desastre, cuya foto aparece con una casa en llamas de fondo), “Kombucha girl” (la chica que se volvió viral por su reacción al probar una bebida por primera vez) o “Swole Doge vs. Cheems”el perro de antes y de ahora. Y la lista podría seguir, tanto como las veces que fueron compartidos y reproducidos.

El meme puede circular en distintos formatos: imágenes, texto, videos, gifs, stickers, tweets, que implican distintos procesos de montaje. En diálogo con Clarín, Cora Gamarnik, doctora en Ciencias Sociales por la Universidad de Buenos Aires -que ha publicado artículos sobre los memes y la “imaginación de la red”- considera que “son parte de nuestro lenguaje de época”, es decir, “una nueva invención de elementos que ya existían pero que son resignificados”.

Y agrega que “toman elementos de la creación colectiva pero que se juntan y reformulan a la luz del lenguaje de las redes: consignas rápidas, el humor, la ironía, las imágenes, el traslado de un género a otro, los montajes, la resignificaciones múltiples.”

Por su parte, Leandro Zanoni, periodista especializado en tecnologías y nuevos medios – y que en septiembre publicará un libro por la editorial La Crujía sobre el mundo viral y la comunicación– se anima a definirlos como “granadas digitales que hacen volar por el aire mensajes a millones de personas en un par de horas”.

Allá lejos

Pero los memes no fueron siempre como los conocemos hoy. Hace 100 años no existía Internet, ni las redes sociales, ni se pensaba en la “viralización” de un contenido. Sin embargo, la publicación de una ilustración en las páginas de la revista de sátira norteamericana Judge, en 1921, nos hace pensar que estamos ante el primer meme de la historia.

En la parte izquierda del dibujo vemos a un hombre vestido de traje -de catálogo de ropa masculina- sobre el texto “How you think you look when a flashlight is taken” (Cómo creés que salís cuando te sacan una foto). A la derecha, el dibujo es el de un hombre más caricaturizado sobre el texto “How you really look” (Cómo salís realmente). Nada distinto a memes de “Expectativa/realidad” o su versión argentina “Imagine/Supón” que se producen, circulan y reciclan en esta época (inserte aquí el meme de Spiderman señalando a Spiderman).

Los memes son una creación de las comunidades virtuales, que comienza con los Trollface (cara de broma) pero “el hecho de compartir imágenes ya está presente en las vanguardias y en el arte callejero. En el arte político ya existían las prácticas de producción colectiva, de imágenes ligadas a consignas”, indica Santiago Mazzuchini, magíster en Comunicación y Cultura por la Universidad de Buenos Aires, que investiga sobre las imágenes. “Para mí”, continúa, “el arte callejero, las prácticas de montaje y creación colectiva son un antecedente y los memes son un paso más”.

¿De dónde viene, entonces, la palabra “meme”?

Su origen es curioso. En 1976, en el libro del biólogo británico Richard Dawkins, El gen egoísta, y con el propósito de revisar las consecuencias de la teoría de la evolución, el científico hace referencia a “la memética” y los mecanismos de transmisión cultural. Si el gen era la unidad mínima para la biología, también habría una unidad de información residente en el cerebro capaz de replicarse en la evolución cultural humana.

Según Dawkins, puede ser una creencia, una moda, que se expande y se reproduce de mente en mente. Esa unidad de imitación es lo que define como “meme”. Y esas unidades mutan y se adaptan. Esa transmisión es la clave porque “condensan un mensaje y lo viralizan en un segundo con una potencia jamás vista. Esa circulación de millones de mensajes (y posturas, quejas, chistes, reclamos o convocatorias a una marcha) en un segundo expanden una idea o repudio o lo que sea”, afirma Zanoni a Clarín. Mientras, los grupos de difusión de Whatsapp, Telegram o sitios especializados como Know Your Meme4ChanReddit hacen de las suyas y florecen los memes y stickers.

Otra de las características de estos productos culturales es que están regidos por los temas de actualidad o coyunturales. Y la espontaneidad, a la orden del día. Es decir, surgen en un contexto específico pero “pueden persistir y migrar hacia otros temas, distintos a los que le dieron lugar. Tienen mucho del reciclaje y se autonomizan. Es como si tuvieran vida propia”, afirma Mazzuchini.

A su vez, Patricia Nigro, doctora en Comunicación Social por la Universidad Austral y autora del ensayo Una defensa de la conversación virtual, agrega otro aspecto que caracteriza a los memes: “estos textos breves tienden a la miniatura, como una burbuja, fugaces, fragmentarios porque toman solo un aspecto de la realidad y tienen una vida corta”.

Sin embargo, son lo suficientemente poderosos para condensar acciones y comentarios sobre un tema específico. Mientras transcurría el debate de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo en el Senado, otro hecho había tomado protagonismo en las redes: un hombre explicaba en un canal de televisión argentino la experiencia de su madre, “La petisa”, quien le había confesado que, si hubiese tenido la posibilidad, habría optado por abortar en alguno de sus diez embarazos. Tras la circulación del fragmento del video, las redes estallaron y la creación de memes en torno a la declaración fue un hecho tan trascendente como el debate en sí (¡hasta se comparte por whatsapp el pdf con los 102 memes de “La petisa”!). Lo mismo podríamos decir de la “toma” del Capitolio en Estados Unidos o de cada emisión del programa Masterchef Celebrity en Argentina.

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Escrito por Charlie Spider

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